Homenaje a la Doctora Illescas
Con motivo del reciente fallecimiento de la Doctora Illescas, compartimos unas palabras de Luis Alberto Harriet, así como fotografías del homenaje realizado por la Sociedad Argentina de Citología.
Palabras de Luis Alberto Harriet
El último viernes asistí al cálido homenaje que la SAC le brindó a la Dra. Illescas, después, en casa pensé sobre la relación que Lucrecia tuvo con los citotécnicos y quisiera comentar unas palabras sobre esa relación.
Sin embargo, quien tiene más presente ese vínculo, fue testigo y partícipe de cada día y de muchísimas otras actividades tanto del Congreso Internacional como de las reuniones en el Instituto Papanicolaou es Marcela Pico, la citotécnica de siempre tanto de la Dra. Illescas como del Dr. Peluffo y ella sería la persona indicada para comentar la actitud de Lucrecia con los citotécnicos.
Esa actitud implicaba reconocimiento y respeto al citotécnico. En todo momento, la Dra. Illescas nos incentivaba en nuestra actividad, nos pedía que no nos convirtiéramos en “máquinas de mirar”. Esa recomendación tenía varias significaciones, por un lado era incorporarnos a la SAC de manera activa, participar de las reuniones científicas, de los congresos, aportar ideas para mejorar nuestra formación. La SAC, nos decía, es el lugar para esas actividades y no solamente donde un asociado paga su cuota anual.
También Lucrecia nos involucraba en sus actividades, nos hacía partícipes de sus proyectos a través de diferentes responsabilidades y también en ese punto estaba en la vanguardia. Era exigente con ella misma y con quienes trabajaba, para Lucrecia un citotécnico tenía que estar a la altura de su responsabilidad tanto frente a un microscopio como al exponer un caso en un Congreso. También, era muy común que por sorpresa preguntara: “¿Ud. sabe quién fue el Dr. Terzano?” y si la respuesta era negativa “bueno, búsquelo y me cuenta” un citotécnico también tenía que conocer los iniciadores de la Citología en nuestro país.
Además de ese aspecto profesional y si bien era de un carácter fuerte también tenía un momento para preguntarnos sobre otros temas que no tenían relación directa con la citología y si podía dar una mano lo hacía sin dudar.
Sus palabras, sus acciones no entrarán en el pasado melancólico sino que nos acompañarán siempre en la tarea de cada día para no convertirnos en unas “máquinas de mirar”.
Fotografías del homenaje llevado a cabo por la SAC